Considerando que las variedades de vid introducidas por los españoles eran cepas comunes, principalmente la cepa del país o criolla, el vino que predomino en chile hasta mediados del siglo XIX era de calidad regular (según Caldcleugh, viajero ingles); situación que comienza a cambiar en 1830 cuando Claudio Gay plantea al gobierno la creación de una Quinta Normal de Agricultura, la cual al poco tiempo introduce variedades de vides francesas e italianas; junto a ello se construyeros canales de regadío y tranques que favorecieron no solo a esta actividad, sino a la agricultura nacional en general.
A pesar de los avances logrados no es sino hasta 1851, cuando el vino chileno comienza su transformación total de la mano de Silvestre Ochagavía, quien personalmente trae los primeros cepajes franceses para plantarlos en Talagante. Con ello se comenzo con la era moderna de la industria vitivinícola nacional; ya que muchos hombres de negocios optaron por plantar vides, hacer vinos y poner sus nombres en las etiquetas, lo que era considerado un asunto de estatus.
A fines de la década de 1970 la actividad vitivinícola sufre una crisis producto del aumento de la oferta de vinos, situación que se debio a la autorización de la vinificación de desechos de uva de mesa y la producción de vinos suaves, todo ello sumado a la irrupción de importantes campañas publicitarias de sustitutos del vino, como bebidas de fantacia y cervezas.
Esta crisis es superada en la década de 1980, ya que se asiste a una nueva revolución de la vitivinícultura nacional caracterizada por la incorporación de nuevas tecnologías, principalmente tanques de acero inoxidable, lo que permitio la mayor eficiencia en los procesos de vinificación.
Otro hito es el comienzo de las exportaciones de vinois de cepas finas, que se presenta en forma importante en la década de los noventa, favorecidos por los TLC firmados por Chile. Esta expanción de las exportaciones de vinos nacionales, no fue solo en valor, sino también en volumen exportador, todo lo que fue acompañado de un aumento significativo de la superficie cultivada de vid; cuya evolución evidencia un crecimiento de 43.3 % en el periodo 1997-2004.
La comuna de Casablanca se inserta en este proceso de exportación, al cual entro muy tardiamente, ya que en sus orígenes el valle fue utilizado con otros fines, pero que en la actualidad y producto de las características geograficas de su valle, lo que ha sido definido como terroir, ha generado una actividad vitivinícola de gran calidad y exepcionalidad, lo que hace de sus vinos un producto único en el mundo; razón por la cual es necesario conocer con mayor profundidad su evolución.
La ciudad de Casablanca, fundada el 23 de octubre de 1753 por el Gobernador Domingo Ortíz de Rosas, no tiene una historia concisa ni precisa.En cuanto al surgimiento de Casablanca, es clave indicar que en 1753 por orden de don Domingo Ortíz de Rozas se fundó el poblado en su actual emplazamiento, otorgándole el nombre de Santa Bárbara de la Reina de Casablanca.
En 1755 seguían los trabajos preparativos de la nueva población y su trazado original fue delineado - conforme a la tradicional cuadrícula española- por don Joseph Bañado y Gracia, juez agrimensor del Obispado.
Con el correr del tiempo, el sector de Casablanca pasaría a manos de diferentes autoridades españolas de la época, siendo reconocida por su feraz suelo para el cultivo y por sus otrora lavaderos de oro.
En cuanto a las actividades económicas la actividad agricola y ganadera era de vital importancia para la villa, ya que documentos de la época señalan que un nº importante de vecinos se hacen acreedores de las chacras, pero también se encuentran registros que indican las problematicas existentes para el cultivo de la vid; una memoria indica que "ni ha visto coger cosechas de vino porque siempre se hielan y no llegan a madurar y nunca le han hallado paraje para la viña (...) y que siempre le ha visto escasa de agua".
La época de progreso iniciada en Chile a partir de 1830, por la estabilidad institucional y la creciente importancia de Valparaíso como el primer puerto del Pacifico, convirtió al camino colonial que unía al puerto con Santiago en una arteria de gran importancia para el país, por el cual transitaba todo el movimiento comercial de Chile.
Fue así como se edificó una comuna que progresivamente se erigió como un importante eje de conexión entre los polos productivos y poblacionales más importantes del país, Valparaíso, San Antonio y Santiago. Sin embargo, en el nuevo siglo, su valor se defiende de forma independiente por sus características que la hacen única en Chile y Sudamérica.
Con el transcurrir del tiempo, debido a la extensión y a situaciones más prácticas, fue perdiendo su original nombre quedando definitivamente como “Casablanca”, nombre que proviene del siglo XVI cuando existía “una casa de muros blanquecidos de tierras que fueron de Gonzalo de Toledo”. “sobre la loma que sale de la punta que remata en el estero junto al camino real de carretas…”(Real Audiencia, vol.1076,pieza 1ª, pagina 94).
Actualmente Casablanca se ha convertido en uno de los valles más importantes del país. El hermoso paisaje que ofrecen sus viñas apostadas a ambos costados de la Ruta 68, reflejan el gran desarrollo que la empresa vitivinícola ha conseguido gracias al privilegiado microclima que permite la maduración lenta de la uva, adquiriendo de esta forma todo su potencial, especialmente para la elaboración del Sauvignon Blanc y Chardonnay.
A partir de la descripción anterior es que este Blog pretende mostrar a un público adulto un atlas en el que pueda encotrar información acerca de la inigualable producción vitivinícola del Valle de Casablanca, reconociendo este sector como una región única, producto de las características geograficas, económicas y sociales que se mostrarán en el desarrollo.
Fuentes: http://www.e-casablanca.cl/web/
http://www.chilevinos.com/chilevino/vinas/vinas_historia.asex >.
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